jueves, 17 de febrero de 2011

Entrada 3. Si duermes no conduzcas, o nunca hagas caso de los consejos de un médico


"¿Quién decide cuando los médicos no están de acuerdo?"
Alexander Pope


Como es de costumbre que yo me aburra (y no por falta de cosas que hacer, más bien por la naturaleza gilipoyesca que dios me ha dado), me sorprendí a mí mismo pensando en el doctor Bartolomé Beltrán... No, no es ningún profesor con el que tenga sueños húmedos. Se trata de este señor que sale con relativa frecuencia por televisión dando consejos de salud, sin llegar al pésimo nivel de gente de la talla del señor Torreiglesias (sí, el que te vendía tensiómetros entre anuncio y anuncio), pero ahí queda. Si hacéis conmigo un pequeño ejercicio de memoria (os prometo que no sudaréis), recordaréis que el tal doctor Beltrán salía no hace mucho en un anuncio de Antena 3, dando una serie de (por lo general acertados) consejos para evitar los accidentes en carretera. Para terminar, soltaba un rollo sobre que tienes que reponer líquidos (porque Madrid-Toledo es mucho peor que la maratón) y nada mejor que hacerlo con bebidas carbonatadas con cafeína, así evitabas la somnolencia. Acto seguido, el anuncio te cascaba sin piedad ninguna una lata de Coca-Cola y todos contentos con las comisiones. Ahora, hablemos en serio de la cafeína.

Todos conocemos los efectos habituales de la cafeína, bien por ese infernal examen que se aproxima inexorable, bien por el informe que tenías que entregar ayer. El caso es que un par de cafés son suficientes para evadir el fantasma del sueño y poder cumplir con el plazo satisfactoriamente (y muy cansado). Naturalmente, podríamos hablar de los problemas de adicción que pudiera llegar a causar la cafeína, de las alteraciones del sueño que puede llegar a producir al alterar la fase de onda lenta (de descanso) del sueño... Pero bueno, mientras uno está en su casa delante de los apuntes, estos efectos son fácilmente controlables dejando el feo vicio de la cafeína. Al volante, las cosas cambian.

El efecto estimulante que asociamos a la cafeína no es en verdad un efecto estimulante como tal, es decir, no activas las distintas vías activadoras del sistema nervioso que nos mantienen activos durante la vigilia. Esas vías de activación corren a cargo de neurotransmisores (sustancias que median la unión entre neuronas) como la dopamina o el glutamato. Pero la cafeína no actúa sobre estas vías. Dónde la cafeína ejerce su efecto es sobre unas vías que el organismo utiliza para todo lo contrario, esto es, vías que reducen la actividad del sistema nervioso y utilizan como neurotransmisor la adenosina. Lo que hace la cafeína es ni más ni menos que ocupar el lugar que ocupan normalmente las moléculas de adenosina (decimos que la cafeína es un antagonista de la adenosina), de modo que la adenosina no puede ejercer su efecto, que es "adormecer" el sistema nervioso. ¿El resultado? Ante la falta de relajación del sistema nervioso, tenemos la sensación de estar más activos, porque sobre las vías activadoras no hay inhibición, pero lo cierto es que no hay un aumento real de la activación. Por decirlo sencillamente, la cafeína no nos acelera, solo bloquea el freno de nuestro cuerpo temporalmente.

Ahora, sumando dos y dos, resulta que si aplicamos esto a la conducción, beber bebidas con cafeína, como sugiere el amable doctor Beltrán, lo único que consigue es reducir durante un tiempo la sensación de somnolencia, sin tener un efecto notorio sobre nuestro estado de vigilia. Con un poco de suerte, podremos salir del bar donde nos tomamos la Coca-Cola (o una Pepsi, o un cortado, o un té con leche si conducimos por la izquierda) sin que nos entren ganas de dormir. Entiendo que una multinacional como Coca-Cola puede ofrecer unos sueldos más que suculentos por decir que bebas sus productos, pero en un país en el que hace cosa de dos años teníamos 88.251 accidentes con víctimas, con un total de 2.714 muertos; no puede ir uno dando consejos a la ligera. La medicina es un oficio, pero también es una responsabilidad.

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Referencias:

Porkka-Heiskannen T. Methylxanthines and sleepHandb Exp Pharmacol. 2011;200:331-48.



En la imagen, "Coffe in the car" de nichole

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